domingo, 15 de noviembre de 2009

La Virgen de Altagracia

Virgen de Altagracia - Garrovillas de Alconétar (España)
Todos los conocedores de la historia de Altagracia saben que su nombre tiene origen en la devoción que Alonso Nieto de Herrera, segundo propietario de la Estancia, tenía por la Patrona de su tierra natal, Garrovillas de Alconétar, en la provincia de Cáceres, España.
Cuenta la tradición que un día a una humilde pastorcita, cuando cuidaba su ganado, se le apareció una esbelta mujer rodeada de una aureola brillante que le señalaba un lugar entre las rocas. Al contarles esta aparición a sus padres, concurren con ella al sitio y bajo las piedras encuentran la imagen que habría de ser venerada como Virgen de la Altagracia. Con el tiempo, en el lugar, se erigió una pintoresca ermita que data del siglo XV, y que se convirtió en un centro de peregrinación y devoción visitado por miles de personas. Su festividad se celebra el 8 de septiembre.
La Virgen de la Altagracia fue venerada como Patrona en estas tierras, como sabemos, hasta que don José Manuel Solares le dio el Patronazgo bajo su advocación como Nuestra Señora de la Merced.
Pero existe en esta ciudad otro culto a María de Altagracia que me toca muy de cerca, y tuvo su origen a comienzos de los años 80, cuando Rubén Pelaccini, radioaficionado, toma contacto con un colega de República Dominicana quien le consulta por el origen del nombre de la ciudad. Este colega resultó ser Monseñor Hugo Polanco Britos, Obispo de Higüey. Pelaccini lo contacta con la entonces directora del Museo Jesuítico, Noemí Lozada de Solla, iniciándose entre ellos una correspondencia que termina con la visita de Monseñor a Alta Gracia en donde bendice una imagen en mayólica que pusimos, mi señora y yo, en la galería de entrada de nuestra casa, pidiendo en ese momento por el hijo que deseábamos. Era el 26 de noviembre de 1981, ese día nacía un niño que nos fue entregado en adopción, mi hijo mayor Ricardo. Como resultado y culminación de esta historia, un tiempo después, Monseñor Hugo Polanco Britos llegaba en peregrinación con un grupo de dominicanos a nuestro país, traían con ellos dos réplicas exactas del pergamino que diera origen al culto en la gran isla del Caribe. Una la dejaron en la Basílica de Luján, la otra está entronizada en la capilla de Villa Oviedo que pasó a llamarse, por orden del Arzobispo Raúl Francisco Primatesta, de Capilla de la Sagrada Familia a Capilla de Nuestra Señora de Altagracia.
La imagen original venerada en República Dominicana desde hace más de tres siglos tuvo el privilegio de haber sido coronada dos veces, el 15 de agosto de 1922 durante el pontificado de Pío XI, y el 25 de enero de 1979 por Juan pablo II, quien la coronó personalmente durante su visita a Santo Domingo con una diadema de plata sobredorada, regalo personal suyo a la Virgen. En este país la Patrona es la Virgen de la Merced y la de Altagracia es la Protectora del Pueblo. Me pregunto: ¿en nuestra ciudad no podría ser igual?
Nuestra Señora de Lourdes, de Fátima, de la Merced, de Altagracia, son nombres que lleva la Madre de Jesús en nuestra ciudad, pero María es sólo una, y en Ella vemos representado el feliz misterio de su Maternidad Divina.Ésta tiene que ser real y verdaderamente, para nosotros, la ALTA GRACIA.


Virgen de Altagracia - Higüey (República Dominicana)

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