lunes, 3 de noviembre de 2008

Ubicación geográfica y síntesis histórica

Ubicada a 39 km al sudoeste de la capital de la provincia de Córdoba, surcada por el arroyo Chicamtoltina que rinde tributo de sus aguas al río Anisacate.

El escribano español Juan Nieto recibe, en 1588, estas tierras como merced por los servicios prestados a Jerónimo Luis de Cabrera, fundador de la capital provincial, y les da el nombre de Altagracia en honor a la Virgen patrona de su lugar natal, Garrovillas de Alconetar, en España. Al fallecer, su esposa lo hereda y contrae nuevas nupcias con Alonso Nieto de Herrera. Éste, al morir su esposa, en 1643, ingresa y dona el establecimiento a la Compañía de Jesús. De la mano de los jesuitas es que Alta Gracia logra su gran esplendor, situación que se mantiene hasta la expulsión de la Orden.

En 1810, luego de sucesivos propietarios, la estancia es adquirida por Santiago de Liniers, quien vivió en ella por escasos cinco meses hasta su trágico final.

En 1820, Manuel Solares, a la sazón albacea de los herederos del Héroe de la Reconquista, compra la estancia en subasta pública, administrándola hasta su muerte acaecida en 1868, dejándola en herencia a su sobrino Telésforo Lozada y a su esposa Concepción Llanes de Solares. Ésta última, al morir, lega su parte a hijas de Telésforo Lozada, siendo esta familia la última dueña de la estancia y su residencia.

Solares, en su testamento, dispone la cesión de tierras alrededor del casco, a “pobres de notoria honradez”, dando origen a la que sería esta pujante ciudad.
En 1941, el casco es declarado Monumento Histórico Nacional, pero la residencia siguió ocupada por sus dueños hasta 1968 cuando es cedida en expropiación a la Nación, siendo años más tarde inaugurada en ella el actual Museo “Estancia Jesuítica de Alta Gracia y Casa del Virrey Liniers”.

Entre los habitantes existe una vieja controversia acerca de la fundación de la localidad. Unos toman como fecha el año en que Juan Nieto recibe como merced estas tierras, y otros lo que dice Solares en su testamento. Lo concreto es que con el primero nace la estancia y con el segundo la población.

Quiero destacar que entre los personajes ilustres que vivieron en mi ciudad, se encuentran: Manuel de Falla, Ernesto “Che” Guevara, Belisario Roldán, Arturo Illia, entre otros.