viernes, 22 de mayo de 2009

Krakatoa

"Rosemarie", "Krajo's", "Tobruk", "Krakatoa", nombres inolvidables en los recuerdos de los que no son tan jóvenes y que tienen un poco más de medio siglo sobre sus espaldas. Eran los cuatro boliches donde se iba a bailar los fines de semana, no sin antes pasar por las confiterías "Stuggart" o "San Remo" a hacer lo que hoy nuestros hijos llaman "la previa", allí los jóvenes se juntaban a charlar, a tomar algo, a ver a la chica o el muchacho que les gustaba y saber adonde iría a bailar para tratar de conquistarla. "Krajo's" y "Tobruk" eran los más sofisticados. "Rosemarie" el más antiguo.
Pero "Krakatoa" fue el más popular y el que más éxito tuvo. Fue el 17 de septiembre de 1971 en que por inciativa de tres soñadores: Lalo Ferreira, Carlos Adam y Alberto Portas nacía este boliche cuyo nombre estaba inspirado en una película famosa en esa época: "Krakatoa, al este de Java". Cuenta Cristian Moreschi en su libro "Camino de la Historia": "El primer tema que puso el disk jockey fue el de la serie Misión Imposible... La inauguración fue tan exitosa que abrieron un viernes y trabajaron cinco noches seguidas con la capacidad colmada...".
La disco se convirtió en lugar obligatorio de salida los fines de semana, igual que lo eran "Abuela Valentina" en Río Segundo, y "Keops" en Carlos Paz. Allí actuaron entre otros León Gieco, Miguel Cantilo, Raúl Porchetto, Los Iracundos, Cacho Buenaventura y el Negro Álvarez.
También se realizaron las matinées organizadas por los estudiantes para juntar fondos para los viajes de fin de curso.
"Entre las locuras que hicieron sus propietarios, merecen un párrafo aparte los regalos que se hacían a los asistentes. Se sortearon desde un Ford T, o un Fiat 600, ¡hasta una vaca! El ganador no lo podía creer cuando entraron el animal al boliche para entregárselo en sus porpias manos. La imagen quedó grabada en la memoria de muchos... Aquellos fueron los días felices", nos sigue contando Moreschi.
Pasaron veintiocho años, y el 29 de enero de 2000, la erupción de este volcán en pleno centro de Altagracia terminó, aquellas noches inolvidables de Krakatoa se apagaron para siempre. Dicen que el último tema que se escuchó fue la música de Misión Imposible.

Fuente: "Camino de la Historia", de Cristian Moreschi