martes, 29 de septiembre de 2009

José Felipe Buteler, nuestro Cura Gaucho

La familia Buteler está ligada a mi historia familiar. En mi niñez recuerdo que se los nombraba mucho, sobre todo a José Leopoldo y Alfonso María como a los parientes obispos, y es que una hermana de mi abuela paterna estaba casada con uno de sus tantos hermanos, llamado Olegario.
Sus padres se llamaron Diego Buteler Torres y Matilde Martínez, formaron un hogar cristiano y de grandes virtudes. Tuvieron 15 hijos, que bautizaron con los nombres de: Diego Alfredo, José Leopoldo, Justa Matilde, María del Pilar, Olegario (quien contrajo matrimonio con mi tía abuela Delia Lascano Cortés), José Felipe, Virginia Rita María, Clara Ramona, Alfonso María, Eva Rita, Florencia Esther, Antonio Alejandro, Ana Rosa, Gaspar Raúl y Lucía Felipa.
De todos ellos, cinco fueron religiosos: los mencionados José Leopoldo y Alfonso María, quienes llegaron a ser Obispos de Río Cuarto y Mendoza, respectivamente; Justa Matilde, que ingresó a la Congregación de Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús; María del Pilar, que fue religiosa de la Congregación de Adoratrices Argentinas; y José Felipe, nuestro cura gaucho.
El Padre Buteler nació en Los Molinos de Calamuchita el 21 de agosto de 1887. Siendo un adolescente de poco más de doce años, ingresa al seminario en marzo de 1900, ordenándose sacerdote el 2 de diciembre de 1911, a la edad de 24.
Su primer destino fue en el Seminario Mayor, siendo primero Prefecto de Estudios y luego Vicerrector. Desde el 2 de marzo de 1915 hasta el 1 de mayo de 1932, lo encontramos ejerciendo como párroco en Villa Nueva. Allí muy pronto su idiosincrasia halló buena acogida en el vecindario. Lo respetaron y lo quisieron los pobladores del lugar, tanto que cuando debió retirarse, después de 17 años, se la tributó una emocionante despedida. Durante su estada en Villa Nueva logró la construcción de las capillas de Sanabria, Ausonia, La Laguna y del Colegio de las Hermanas Franciscanas.
Y fue así que lo nombraran Vicario Foráneo y Párroco de Altagracia un 25 de abril de 1932. Ésta era una parroquia amplia y difícil, pero de ilimitadas posibilidades, y el Padre José lo sabía, era su terruño, la conocía muy bien, e hizo que reinara la llama de las más puras tradiciones que surgían de él, en todos los ámbitos de su vasta jurisdicción. Se extendía por 100 km desde cerca de Río Segundo hasta el borde de la Sierra de Achala, y 50 km desde Malagueño hasta Santa Rosa y San Agustín.
Comenzó su labor firme, tesonera, sin mayores prisas, pero sin pausa. Fue tanto su celo, tanto su empuje, que fundó doce capillas en el lapso de su función como párroco de este curato. Construyó las capillas de Monte Ralo, Despeñaderos, San Antonio, Rafael García, Lozada, La Serranita, Potrero de Garay, Loma Alta, Champaquí, Villa Oviedo en Altagracia (que terminara nuestro querido Padre Viera, su digno sucesor); amplió y restauró las ya existentes en Cosme y Falda del Carmen, e inició la construcción de las capillas de Anizacate y San Clemente.
De vuelta de celebrar una de las primeras novenas en las sierras, en Loma Alta para ser más exactos, donde a los serranos se les ocurrió realizar un desfile, como un cortejo festivo para saludar el paso de la Patrona, se le ocurrió la idea de formar el Escuadrón de la Virgen, eso sí, todos se tenían que confesar y comulgar para participar de la parada, tenían que hacerlo en orden, sin fumar, sin bulla y vistiendo sus mejores galas. Él insistía que todo el desfile era un regalo para la Virgen. La idea creció, se expandió, y hoy, para la celebración de la Virgen de la Merced, Nuestra Patrona, son más de mil los gauchos que desfilan todos los años, el 24 de septiembre, cortejando a la Santa Madre de Dios en su día.
Firme, erguido, constante, fue difundiendo su acción de apóstol, hecha de renunciamientos, de generosidad, nunca vaciló ante el sacrificio. Lo vieron pasar las sierras, lo vieron los ranchos, lo conocieron todos los senderos. Se sentaba junto a los serranos, los conversaba y los convencía. Atrajo para la Iglesia a esas almas simples que estaban alejadas porque sí, por indiferencia, y los hizo católicos de verdad, piadosos siervos del Señor.
Con su obrar cristianizó la geografía de las sierras.
Enfermó de cáncer y falleció en casa de su hermana Virginia, en Córdoba, el 23 de noviembre de 1948, soportando con entereza una dolorosa y prolongada agonía. Sus restos descansan en el atrio del templo jesuítico.
Junto al Padre Viera, es sin duda uno de los sacerdotes más recordado por la comunidad de Altagracia, que vio en él un ejemplo de austeridad y de ferviente vocación religiosa.

Fuente: “Vida y obra del Pbro. José Buteler”, Recopilación Biográfica de Carola Stodart de García Sorondo.

8 comentarios:

inezza dijo...

Hola Alejandro, qué tal?
Quería comentarte que me gustó mucho saber sobre el Padre Buteler, y estuve tratando de buscar más sobre él y no he podido encontrar en la web. Si fueras tan amable me recomendarías algo de donde sacar más información? Desde ya te agradezco el aporte, y espero tu respuesta!
Inés

Alejandro Raúl Reyna dijo...

Hola Inés: te comento que hay un libro sobre la vida del querido Padre Buteler, se llama "La cruz en las sierras grandes", fue publicado por el Arzobispado de Córdoba, y editado por "Marcos Lerner Editora Córdoba", que tenía como domicilio Duarte Quirós 545.
Un abrazo y gracias por visitar mi blog.
Alejandro

lucila dijo...

hola alejandro como le va queria comentarle que tengo que preparar una investigacion para la facultad y queria saber si no hay algun libro del padre buteler pero que no sea desde un punto de vista tan religioso y su labor en lo religioso; yo quiesierasaber algo mas sobre su lado humano y su relacion para sus pares; peromas comohombre que como sacerdote... disculpe mi pregunta es que necesito info y en la web no hay mucho mas....

Anónimo dijo...

Donde se puede conseguir ese libro?

Unknown dijo...

Excenlente historia!!! No la conocia de mis ancestros...lindisima!! Ademas me aporto sobre la procedencia de Alfonso Maria, arzobispo de Mza, cdad en dde estoy viviendo desde q deje mi Cba querida!! Gracias Alejandro....un abrazo!!

Unknown dijo...

Hola, buenas. Escribiendo un libro familiar doy con que el cura Buteler fue quien casó a mis abuelos en 1928 en Villa Nueva. Realmente un hallazgo. Saludos. Solo quería compartirlo.

Unknown dijo...

Alejandro...una consulta...puede ser que el nombre de la Cueva de los $0 derive de una experiencia del Cura que lo comenta en ese libro. Ya no lo tengo en mi poder pero creo haberlo leìdo.

janusyp@gmail.com dijo...

Si todavía le interesa también puedo darle noticias; Saludos