martes, 15 de septiembre de 2009

Andrés Piñero


Andrés Gregorio de las Mercedes Piñero, tal su nombre completo, nació en Córdoba el 12 de marzo de 1854. Sus primeros años de estudio los cursó en el colegio Monserrat, siendo condiscípulo de otro grande de la pintura cordobesa, Genaro Pérez. Entre estas antiquísimas paredes hizo sus primeras aproximaciones al dibujo, despertando sus ambiciones de crecer en el arte. No cursó estudios universitarios, se dedicó al comercio junto a su padre, adquiriendo una sólida fortuna que le sirvió para dedicarse a su verdadera pasión, la pintura.

En 1881, con el jesuita José Bustamante, fundó el "Taller de la Sagrada Familia". En 1913, durante el gobierno de Ramón J. Cárcano, integró la Comisión de Bellas Artes junto, entre otros, a Octavio Pinto, Emilio Carafa y Hugo del Carril. En 1915, aportó su entusiasmo y gran voluntad a la labor de la Academia de Bellas Artes.

Su profunda raigambre cordobesa se reflejó en sus paisajes y en sus retratos de personajes serranos. Obras como "Escena de campo", "Viejo Portal", "Paisaje de Alta Gracia", "Iglesia de Alta Gracia", "Cementerio de Alta Gracia", lo demuestran. Como buen cordobés, no ocultó sus profundos sentimientos religiosos y los expresó en grandes óleos, algunos de los cuales adornan la iglesia de San Francisco, y otros, la iglesia de la Compañía de Jesús.

Este misticismo tan particular tuvo un canal de expresión en algunas telas como en la que retrata a su familia, en la misma aparecen junto a los miembros vivos, los muertos identificados con un resplandor blanquecino especial y transparente. Esta pintura se encuentra en el Museo de la Ciudad de Alta Gracia.

Contrariamente a muchos de sus contemporáneos, no presentó sus obras en otros escenarios, ni se preocupó por lograrlo, su verdadero placer era exponerlas entre sus coterráneos para que las disfrutaran.

Alta Gracia fue muchas veces motivo para su paleta, ya que vivió en la casona que hiciera construir su padre, conocida como "casa de los Cafferatta", y que es la actual Casa de la Cultura en nuestra ciudad.

Fue un artista capaz de enternecer, de mistificar en sus grandes óleos religiosos, de honrar a su familia en retratos plenos de vida, en fin un empeñoso trabajador del arte, capaz de renunciar a las mieles del éxito, porque su éxito estaba en realizarse acá en su suelo donde se afirmaban sus raíces.

Don Andrés Piñero murió en 1942. Su casa en Alta Gracia conserva el alma de este artista que pintó nuestros paisajes serranos con auténtico sentimiento cordobés.
Fuente: "Andrés Piñero, cordobés de pura cepa", de Nilda Beatriz Moreschi. Artículo publicado en el libro "II Jornadas de Historia de los Pueblos de Paravachasca, Calamuchita y Xanaes"

"Escena de Campo", óleo de Andrés Piñero

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